Que lo tiró, si alguien me hubiese pronosticado este estado de bajón constante, creo que no le hubiese creído. La verdad es que no me acuerdo de momentos en los que haya podido decir que fui feliz, quizás sea porque es domingo a la noche, porque estoy muy para abajo... No quiero levantarme mañana a la mañana con el vacío en el pecho con el que me levanto siempre, me resulta complicadísimo. Trato de concentrarme en otras cosas, el profesorado, un super oral de latín que tengo pronto, cocina, o más estudio, pero nada logra distraerme, no me puedo enfocar en nada. Y empiezo a pensar cosas negativas. Nada me sale bien, tengo miedo de todo, ganas de llorar y como siempre, salir corriendo a tirarme bajo las sábanas, esconderme del mundo y desaparecer solo por unos días para despertar y milagrosamente darme cuenta que todo lo soñé, que soy una persona tranquila que intenta buscarle el lado positivo a las cosas. Todo lo contrario a lo que estoy haciendo ahora.
Me siento tan perdida, que no sé que hacer. Quiero seguir con la carrera? Con cocina? Cambio de carrera otra vez?
Otro mal día ya pasó. Supongo que me iré a dormir deseando levantarme mejor, sin esas ganas de llorar que me dan casi todos los días... por qué? Solo dios lo sabe y mi cabeza, pero ella no me lo quiere decir a mí.
Me siento tan perdida, que no sé que hacer. Quiero seguir con la carrera? Con cocina? Cambio de carrera otra vez?
Otro mal día ya pasó. Supongo que me iré a dormir deseando levantarme mejor, sin esas ganas de llorar que me dan casi todos los días... por qué? Solo dios lo sabe y mi cabeza, pero ella no me lo quiere decir a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario