Creo que recién ahora tengo un momento para ponerme a hacer un poco de catarsis salvadora. Porque tengo un revoltijo en el alma que si no empiezo a sacarlo por algún lado se va a terminar volviendo color verde.
Porque me salió trabajo y estuve laburando desde el viernes doce horas seguidas adentro del shopping Abasto. Y con chicos. Porque después de estar años dentro de mi casa sin salir muchas veces ni para comprar el pan, sin salir ni para ver el sol, ofuscándome por la vida de mierda que tengo, desde el viernes que salí así sin más y me puse a trabajar. Con gente que en mi vida había visto. Con muchos nervios. Con ganas. Con esperanza de poder salir de mi encierro mental. Con más nervios. Y sin planear nada. Sin pensar en el que podría pasar. Sin dejar tapar por los miedos. Ahora lo escribo y siento que todo se me va a ir al carajo. Pero no, las cosas salen bien o mal, y esta salió, por ahora, bien. Agotador, si, pero fui, lo hice, y me entusiasmé. No digo que sea el laburo mas genial del universo peeero antes que nada es muy bueno.
Que sé yo, todavía no puedo creerlo. Hoy a la mañana lo pensaba y me puse a llorar, porque de repente se fueron todas las nubes que tapaban mi cabeza y no me permitían ver todo lo que tenía para dar, para darme, para conocer. Quizás haya sido el empezar con terapia, quizás haya sido yo. O un poco de las dos. Pero sé que salí y lo hice y que el "yo puedo" estuvo ahí para acompañarme y no dejé que me abandonara, como hago siempre.
Ustedes dirán que es sólo un trabajo, todos mis compañeros lo hacen hace ratazo y a nadie le pareció la gran cosa. Pero para mi es como si hubiera salido de no sé que cueva y poder haber encontrado una salida. Porque ahora si sé que puedo hacer cosas, que el miedo no me va a tapar otra vez, que los nervios van a existir siempre pero que no me van a hacer actuar como una estúpida, angustiándome.
Ahora me pasé al otro extremo y después de haber ido cuatro días extraño volver allá y charlar con los compañeros, estar con los chicos (el trabajo es con chicos) y no sé cuantas cosas más, me arrepiento de haberme anotado solo los fines de semana. Pero bueno, sino quién rendía las materias que estoy cursando...
En fin, estoy feliz, y mi vida no es tan apestosa como pensaba. Siguen siéndolo algunas cosas, pero lo que creía que no podía hacer ahora descubrí que si puedo.
Y ahora el título del blog, ¿Lo tendré que cambiar?
1 comentario:
Que lindo! Ojalá esas nubes no vuelvan más y te sigas superando a vos y tus temores. Tenes que sentirte orgullosa de eso y empezar a construir tu vida como vos queres!
Publicar un comentario