12 de febrero de 2011

Acabo de leer en un blog "para que hablar de mí si estoy todo el día conmigo". Me pareció una frase genial, sobretodo porque soy de las personas que (a aquellos que les tiene confianza) necesita contar lo que le pasa. Pero esto últimamente, porque cuando era chica las cosas se me quedaban guardadas y se me volvían verdes dentro del alma. Así cada vez más hasta que de a poco me fu dando cuenta que de tanto verde que me había guardado se me había vuelto casi negro, y ese color me estaba ahogando, no me dejaba respirar. Y muchas veces intentaba escaparme llorando, que no me solucionaba la salida o escondiéndome, que tampoco solucionaba nada. Quizás un poco tarde, pero hace poco descubrí que ese color negro puede volver a aclararse otra vez. Pero la gracia está en que solo yo puedo hacer que ese color se aclare, solo si tengo realmente las ganas y la fortaleza para poder hacerlo. Sacar las cosas afueras y gritarlas a los cuatro vientos para que no se vuelvan verdes otra vez, acumulándose estrepitosamente dentro mío, ahogándome.
Este año que pasó tuve cuatro diferentes trabajos, conocí a alguien con quien salí y pasé momentos geniales y otros horribles, seguí con la terapia, y estuve muchas muchas horas fuera de casa. Casi casi que ese era mi objetivo desde hace rato. Fue la primera vez en mi vida que trabajé un 24 y un 25, un 31 también. Creí realmente que no pasaría, que yo no dejaría que pasara. Que me quedaría en casa toda la vida encerrada en las cuatro paredes que levanté a mi alrededor, que no me dejaban salir. De a poco se están resquebrajando...
Ahora a decidir varias cosas, la posibilidad de quedarme fija en Cheeky pero laburando mil horas, lo que me dejaría muy poco espacio para la carrera, la posibilidad de que ese sea mi primer trabajo fijo, encontrar un grupo de personas con las que comparto cosas que no podía hasta ahora, el estar todo el día afuera de casa cuando mil veces y otras mil mas casi no salía, volver a anotarme para las materias del profesorado (ando con muchas ganas de empezar a estudiar otra vez), no sé a veces siento que las cosas van cambiando pero tengo miedo de que esos cambios sean solo una ilusión y darme cuenta al final que todo sigue tan igual como siempre. Tan estancado.
Siempre los sábados a la noche me quedo en casa y de vez en cuando salen estos descargues que hago por este medio. Solo para saber si hay alguien allá del otro lado...

2 comentarios:

Co dijo...

Lulú! Yo estoy de este lado! Es increible lo bien que se te lee. Me parece que es un error pensar que los cambios que estas sintiendo son una ilusión! NO mujer! Son reales y lo más importantes es que han sido fomentados y llevados a cabo solo porque vos quisiste!
Deseo que poquito a poco, paso a paso vayas logrando resquebrajar esos muros que construiste a tu alrededor, hasta que un día desaparezcan!


besos!

Ale dijo...

Siempre hay alguien acá del otro lado, muchas veces en silencio, otras tantas alzando la voz, pero no creo que tus palabras solo queden en un eco eterno en una página de internet.

Yo insisto, como te lo vengo diciendo hace bastante, hubo miles de cambios... y no se por qué dudás todavía sobre algunos de ellos. Algunos pudieron salir mal, otros bien, otros quizás ni salieron, pero que te paraste frente a las cosas de otra manera creo que lo sabés de sobra y tenés que estar orgullosa de eso. Yo te aplaudo la verdad.

Y si mañana todo cambia otra vez, no hay que asustarse, el miedo está porque importa y justamente como importa... hay que dejar que sólo dure ese instante.

Coincido completamente con lo que te dice Co, todos los cambios que viviste te los planteaste vos, podrías tranquilamente ni haberlos pensado y todo seguiría igual que entonces. Y no fue así, y eso es romper muros inimaginables pero lo más más más importante es querer haberlos roto. Asi que dale, sonreí, frente en alto y a seguir cosechando día a día todo lo que quieras para vos. Al final es sólo una decisión, y tu valentía (aunque la pierdas de vista en ocasiones) está, lo venís demostrando :)

Como siempre, me extendí.
Besos