Bueno, esta noche de escritura no me voy a quejar.
Hacía muchos días que no usaba la palabra miedo en alguna entrada y hoy la volví a usar.
Hacía muchos meses realmente que no me ponía a llorar y hoy lo hice, con todas las ganas. Y afortunadamente tenía a mi hermana y a mi vieja para tirarme una mano, para darme un abrazo completamente necesario.
La continuación de esto será seguir adelante. Está muy complicado conseguir trabajo, pero si me sigo tirando para abajo no creo que consiga nada. Es gracioso, ya les había avisado a todos que volvía a ser una chica Cheeky otra vez (y esta vez de las fijas) pero se vino todo abajo cuando me avisaron que solo necesitaban para la tarde, horario en el que estoy estudiando. Así que ni idea que voy a hacer ahora, te dicen una cosa, hacen otra, llamás, te desencontrás, vas, venís, pedís mas tiempo, que me hago el preocupacional, que no me lo hago, que te quiero acá, que te quiero allá, que no te quiero en ningún lado. Tremendas ganas de mandar a todos al carajo. Y tremendas ganas de automandarme a mi al carajo, por ser tan voltereta y tratar de mantener dos propuestas de trabajo flotando en el aire.
Tengo el cerebro cansado, un dolor de cabeza insolente y rebelde que no me quiere dejar.
Y unas reales ganas de hablar con alguien. Siempre que estoy mal necesito hablar con alguien que se que me puede escuchar, al contrario de cerrarme como hacía antes, salgo a buscar consejo por donde sea, a gritar que tengo un problema y necesito que me ayuden...

Voy a buscar a alguien que me de un abrazo. Hoy lo necesito.