25 de julio de 2010

Libro de quejas

Tengo una tendencia marcada a quedarme siempre pensado en el "que pasaría si..." mientras que los días pasan, la vida corre y se experimentan sensaciones y uno se queda parado donde está analizando cada detalle de lo que pueda llegar a realizar si elijo tal o cual camino. Es por eso que mantengo ese lugar de espectadora de la vida. Todos los días siento que me faltan por vivir miles de cosas, que seguro que vendrán en un futuro, pero que mientras el reloj sigue marcando las horas, no me aparto de la ventana viendo las gotas de lluvia caer, o el sol saliendo de entre las nubes.
Puede que esto ya lo haya escrito, es bastante aburrido leer el blog donde sólo me cuestiono mis propios males, pero quizás allá, alguien del otro lado los comparta y se sienta tan perdido como yo me siento en este momento. El estar perdida me lleva así, a necesitar muchas veces que alguna otra persona me diga y me asegure y me reasegure que voy a estar bien, que las cosas van a salir bien, que no me voy a quedar sola... ¿De dónde provendrá esta necesidad? La tuve siempre, y a los 21, mientras pispeo que mis compañeros de la primaria y de la secundaria se fueron a vivir solos o con sus parejas, trabajan y estudian, yo me quedo acá escribiendo en este libro de quejas y lamentándome lo inmadura que soy, lo poco que me conozco y lo mucho que necesito que me cuiden, que estén al lado mío.
Algunos días, esos que me agarra lo peor y la valentía y la seguridad se me van por el caño, me imagino la vida en un futuro, digamos cuando tenga mas de cuarenta años, y es así: estoy sola, con un trabajo que no me gusta, sin hijos, cuidando a mis viejos que no dan más, mis hermanos con familias conformadas. Y vivo en esta misma casa donde vivimos ahora. Gorda, malhumorada, desgreñida, comiendo y comiendo reemplazando todo lo no vivido por películas o libros. Sé que sólo yo soy el timón de mi vida, y que nadie me puede decir lo que va a pasar ni siquiera mañana, pero me es inevitable imaginarme estas situaciones, y así, bajar más y más el autoestima que bastante bajo ya que lo tengo.
Creo que nunca hasta ahora había escrito tanto en una publicación. Pero es domingo a la noche, estoy casi sola, y lo único que tenía ganas de hacer era catarsis a través de la escritura.

2 comentarios:

Ale dijo...

Me parece que a medida que vamos viviendo cosas, se aparecen de la nada fantasmas invisibles hasta ese entonces, tal vez conocidos pero nuevos porque nunca son iguales.

Y proyectamos un futuro negativo, que no es más que el resultado de sentir que algo está fallando y no sabemos controlarlo, como si se pudiera controlar. Para darnos cuenta que podemos tener todo bajo control y un día cualquiera desmoronarse nuestro mundo.

Lo que quiero decir es que nunca vamos a poder estar seguros de lo que vaya a pasar, porque un día todo puede cambiar y se trata tan solo de cómo reaccionamos ante eso. Bien, mal, como sea... pero lo importante es reaccionar, y no dejar que eso que nos pasó quede sin efecto. Porque todo deja marcas, y hasta las cosas que elegimos ignorar lo hacen.

Hoy todo puede volverse intangible, y encontrar algo real en un buen libro o una película, pero mirate adentro sin filtros ni prejuicios y no vas a tardar en darte cuenta que lo que tenés, lo que te hace ser vos.. es lo que te hace especial y única. Y sin dejar eso de lado, tenés que pararte y decir presente, porque eso que llevás con vos todo el tiempo es lo que te va a alentar cada día a romper con ese futuro que no querés. Repito, que no querés. Mientras sigas teniendo claro que ahí no querés estar, estás a tiempo de cambiarlo.

Te lo dice uno que baja los brazos y la vida se empeña en levantárselos. Un beso grande Lulincín.

Corita dijo...

Las mismas sensaciones. Y eso que tengo 29 años. Pero empecé a leer de atrás para adelante (como corresponde) y me sentí acompañada en mi trayecto de búsqueda.

Pensé hace un tiempo que lo que me faltaba era el amor. Bien, hoy lo tengo, justito como lo esperaba. Y sin embargo todo lo que acabo de leer me sucede. A veces me olvido por unos días. Otras veces (podés ver mi cara en clase!), son semanas, meses de esa maldita inseguridad, de esa voz que nos habla (para mal), de ese no animarme a salir a ver el sol, porque no, porque no sé por qué...

En fin, Ale acá arriba expresó muy bien lo que yo quería decir (lo que no significa que me acuerde todos-los-días de ponerlo en práctica)! Y ya sabés que me pasa lo mismo que a vos y yo sé que te pasa lo mismo que a mí (distintas edades, mismos gustos... mmmm tendrá que ver con nuestra 'sensibilidad' el hecho de escribir a modo de catarsis? o será que escribir nos 'permite' ser así?). No estamos tan locas ni estamos tan solas ni somos tan marcianas.

Me encanta tu escritura. No la dejes y en veinte años, en lo que respecta a vos como escritora, la inseguridad va a ser cosa del pasado ;)