29 de septiembre de 2010

 (Escrito al vuelo el día 28)
Que poco que ayuda este día en el que parece que el cielo se cayera en pedacitos y cada una de las gotas que fuera uno de esos pedacitos, y al final nos quedaríamos sin cielo... Él hoy pudo haber tenido ganas de quedarse en camita, tapado por las frazadas que serían las nubes...
Pero aunque hoy la lluvia no ayude tampoco ayuda el no tener un pedo para pasar el fin de mes, el que tenga un examen de cocina mañana y el haber estado ahí mientras hermana y mi viejo discutían y él le pedía las llaves del departamento, de casa, de esta casa en la que siempre me quedo. Todo bien, pero esta vez mi viejo se zarpó feo. ¿Cómo vas a pedirle las llaves a tu hija para que afloje con las salidas? Quizás fue un acto desesperado porque no se le desvanezca de las manos... Está bien que le impongas algún tipo de castigo por el hecho de haber estado afuera hasta las doce de la noche de un lunes cuando al día siguiente te tenés que levantar a las seis y media de la mañana para ir al colegio (además de tener 17 años todavía...), pero esta vez, creo que se le fue un cacho la mano. Bah, al menos así me parece a mi. tampoco pude decir mucho porque no creo que diera que me metiera en el medio, creo yo. Después me quedé en casa toda la mañana adelantando información para filosofía y obviamente que me quedé también maquinándome por no haber dicho nada durante la discusión, por no haber salido pataleando y gritando a favor de mi hermana. Por haber (como casi siempre) bajado la cabeza y no dicho nada. Como siempre, la culpa me la tiro a mi. 
Y lo que queda nada más es la sensación de desvanecimiento de las personas, todos se van, nadie queda. Uno es el que se queda mientras todos se mueven. Tratás de retenerlos, de tomarlos de la mano y no soltarlos pero igualmente la fuerza no es la suficiente para que se queden al lado tuyo, no estancados con vos, aunque sea moviéndonos juntos. 
No tendré una forma poética o literaria o mas sutil de escribir mi mundo. Quizás porque estoy encerrada entre cuatro paredes que levanté alrededor mío, y en ninguna me fabriqué una puertita para salir a pispear afuera. 
Termino concluyendo entonces que terminó mi viejo de descargarse y la vida continúa su curso mientras uno se queda preguntándose como es que pasó lo que pasó. Como es que en este día gris, las cosas se vuelven más grises.

Pero también hay buenas noticias, de esas que no te hacen sentir tan tarada en la vida: me saqué un nueve en el examen escrito de cocina y otro nueve en el práctico.

Un día 27 de septiembre (dos días atrás) pero hace dos años, fallecía mi abuelito querido. Aquel que nos hacía odiarlo por las rabietas que le daban gracias a su mal carácter y amarlo muchísimo mas por hacernos reír. Por estar ahí y acompañarnos en los tiempos difíciles. Gracias abuelito por haber estado en todo momento hasta que no te quedó otra que irte, dejándonos un montonazo de recuerdos más que geniales.
Te adoro abuelito, estés donde estés.

25 de septiembre de 2010

Viejitas

Como siempre cuando uno tiene cosas que hacer, se le ocurren cosas para dejar de hacerlas, como por ejemplo esta lista que armé de palabras viejitas que si las usás, como que ya no tenés "onda"...

  • cuchitril
  • "Tirame las agujas"
  • tontina
  • "Llover a cántaros"
  • ...a rolete
  • chiflete
  • copetín
  • drinks
  • "al reverendo cuete"
  • "del tiempo de María Castaña"
  • "mas problemas que los Perez García"
  • discoteca
  • una masa
  • copado
  • cocorito
  • paparulo (esta es genial)
  • gil de goma
  • "que plato" 
¿A ustedes se les ocurre alguna mas?

24 de septiembre de 2010

 
Lo tienen a este Fitito rosa no? Está siempre estacionado en Puerto Madero. Que misterio el o la dueña del susodicho!

23 de septiembre de 2010

 
Y bueno, algo es necesario hacer cuando se va a entrevistas de trabajo... Turismo porteño antes de tomarse el colectivo!
(Estas son fotos de La Boca)
Esta es para mi.

22 de septiembre de 2010

Mas Lost que los de la serie

A veces no me siento muy bien anímicamente, pero siempre de mi parte va a haber una sonrisa para el otro, un abrazo o una palabra de aliento. A veces tengo ganas de que me abracen mucho y no me suelten, de sentir un perfume que me haga alejarme de la realidad mientras lo huelo. Y hoy me siento insegura. Hoy siento que no me permito ser feliz. Que no me permito hacer nada, me reprimo, me guardo, me escondo para mí, para los demás. Estoy en un agujero donde lo único que vislumbro son miedos. Miedo de la epilepsia de mi viejo, miedo a quedarme sola, miedo a que mi vieja no esté en un momento en el que la necesito. Miedo a que mis hermanos se alejen, miedo a quedarme sola. Miedo a no gustarle a la gente, miedo a que todo me salga mal. Miedo a disfrutar de los momentos.
Los días pasan y sigo acá en casa recordando besos que no valieron nada, abrazos que me faltaron y palabras que nunca dije. Siempre concentrada en lo que no y nunca en lo que si, en lo positivo. Cada vez me siento mas segura de lo que no tengo, lo que no siento, lo que no voy a hacer y no de todo aquello que podría disfrutar si solo me animara. Porque no pretendo escalar la montaña mas alta del mundo, sino solo estar un poco mejor conmigo misma, quererme un poco más. Hoy hablaba con una compañera de cocina y terminamos concluyendo que si uno no se quiere primero los demás no te van a querer. Primero tenemos que ser nosotros mismos, para que después los demás nos descubran como somos y mostrarnos tal cual. ¿Pero como me pueden conocer los otros si ni siquiera yo sé como soy? La verdad es que no creo conocerme. Estoy re perdida. No me encuentro, no sé lo que quiero, no sé cuales son mis objetivos a futuro, no tengo idea de nada. Estoy en plan de no planear nada (porque últimamente lo que menos planeo es lo que mejor me sale) pero no sé si eso es lo que sirve en serio.
Quizás sea cuestión de bajar un cambio, esperar un poco y mientras, dejarse llevar por la corriente.
Esta noche necesito un lugarcito para refugiarme. Esta noche me siento para el traste, como siempre, pero trato de ocultarlo. De ocultármelo, para no sentirme peor.
Este es uno de los temas del nuevo disco de Sara Bareilles.
De escucharlo nomás, el momento cambia.

21 de septiembre de 2010


Vuelvo a reivindicarme que este no es el mes del amor...
Que afortunada que soy. Tengo amigas que tienen el cerebro que a mí me falta.

20 de septiembre de 2010

Soleado


Lo sabíamos! El Sol funciona a pilas...

19 de septiembre de 2010



Me encantan estas canciones totalmente cursis.
Y me la banco. He dicho.

18 de septiembre de 2010

Las cosas en mi vida van a cambiar algún día, ¿no es así?...
Quiero creer que si.

17 de septiembre de 2010

Días

Y si, hay días que son buenos y otros que son malos, días en los que aprendemos cosas, y otros que mejor olvidar todo lo que pasó. Días en los que nos enamoramos del vecino de asiento, otros en los que mejor ni ver la cara del que tenemos enfrente. Días para disfrutar solos y otros en los que mejor compartamos todo aquello que tenemos para decir, y muchas risas sean escuchadas. Días en los que prevenirse llevando una caparazón y otros en los que el corazón abierto nos llevará a lugares totalmente desconocidos. Días para comer solo chocolate y café. Días para los fideos con queso rallado. Días de cine, días de mates bien bien calientes y espumosos. Días de helados y días de pileta. Días de familia, de amigos, de parejas. Días de llamadas telefónicas. Días de viajes largos. Días de cocina. Días de pies izquierdos y mucha mala suerte. Días que quisiéramos que se terminen de una vez, y otros que ojalá que jamás se terminaran. Días de novela, días de acción y carreras al colectivo. Días de ventanas; ventanas en los bares, ventanas en el colectivo, ventanas en el lugar de trabajo, ventanas en el tren, ventanas en nuestra computadora. Días de mucho trabajo y días donde no hacemos nada. Días de shopping, días de cancha y fernet. Días sin límites y días en los que no podemos dejar de ver que nos estamos por pasar. Días de promesas de amores eternos y días de separación. Días de bicicletas. Días de supermercado, otros, de "chinos". Días en que sentimos que perdimos todo, y otros en los que ganamos un montón. Días de recuerdos. Días de amores platónicos. Días de bizcochuelo. Días de celulares robados. Días de nuevas experiencias, y otros, de experiencias repetidas mil veces. Días de piropos. Días de paciencia y días en los que no sabemos cómo soportar al que tenemos ahí. Días dulces y días amargos...
Hay miles y miles de días que se pasan rapidísimo. La vida se pasa volando. Las semanas  ya dejaron casi de existir, no porque tenga mucho para hacer, pero a veces se me escapan de las manos y lo único que me queda es la sensación de no haber hecho nada. Nada con los días, las horas, los minutos. 
Casi tengo 22. Y a esta edad me quedaron mil cosas pendientes. Para disfrutar, sobretodo. Solo veo espacios vacíos...

Así "sufre" su vida mi gata...
Hoy a la mañana se me iluminó el cerebro: muchos problemas se pueden solucionar tomándome una taza de café con leche.
He dicho.

15 de septiembre de 2010

Moví el trasero II

Hace dos segundos, mamá me acaba de decir vamos a tener que cambiarle el título al blog ese, eh... que locura, si dos años antes (época en la que tenía un blog del mismo nombre, pero como una tarada lo cerré) me hubieran dicho que iba a tener un día como hoy, no lo hubiera creído, aunque lo hubiera deseado con el corazón.
Lo que menos hice hoy, fue quedarme en casa. Y ayer tampoco. Más de cinco horas afuera para mi, es todo un logro, nunca salgo para nada. Hubo un año que no salía ni siquiera para comprar azúcar. Y así me quedaba dos o tres días encerrada entre estas cuatro paredes, refunfuñando porque mis hermanos menores tienen (y lograron crear) una vida social que yo no tengo. Todo un año de esta manera, hasta que nos fuimos de vacaciones con mi familia y la pasamos estupendamente genial, y cuando volví, lo primero que hice fue empezar a mandar CV, pero de verdad. Pasaron los meses, empezó el profesorado, y tuve muchísimos altibajos en los que no salía por días o salía un día y hacía todo junto. Pero hubo algo que me ayudó enormemente: el curso de cocina e ir a terapia. 
 
Justamente por eso fue la causa de la terapia, el hecho de no salir de casa. Mas allá del título del blog, lo que estoy tratando con mi vida es de encaminarla hacia algún lado, de compartir momentos, dejar de sentirme tan sola. Insegura y miedosa de todo y de todos. De quererme un poquito más, y dejar de estancarme en un momento.

Hoy, entonces, tuve dos entrevistas de trabajo. Una en Almagro ¡y la otra en Acasusso! Increíble, ¿no es así? Hasta yo me sorprendo de haber salido y enfrentado al mundo, de haber hecho dos entrevistas en un mismo día cuando había veces que no mandaba un CV por miedo al que podría pasar si, me sorprendo de haber viajado en tren sin saber mucho donde me estaba metiendo, me sorprendo de haber dejado de ser por un rato Lulú para ser otra Lulú menos miedosa y menos tarada. No sé, quizás alguien lea esto y piense que es una pavada, pero la verdad que siendo una pavada, para mi es una importante, porque aunque sea patético que a los 21 esté haciendo cosas que muchísimos hacen a los 18 al menos las estoy haciendo. Hoy fue un tarde pero seguro.  
No pienso tirar manteca al techo, pero quizás de una vez por todas las cosas salgan un poquito bien. Por ahora, los trabajos para los que entrevisté quedaron en stand-by, igualmente no pierdo la esperanza y las ganas de que me llamen. 

Ya está, creo que de una vez por todas aprendí que eso de las energías o las ondas o como sea que queramos llamarlo son totalmente negativas, nada nos va a salir. Tampoco digo que ahora voy a dejar de ser pesimista del todo, todavía no tengo tanta seguridad adentro de mi mochila como para dejar de pensar que si dos cosas me salen bien, la tercera seguro me sale mal.
Otro día mas en la espera de que las cosas cambien, mejoren aunque sea un poquito. Creo que me merezco a veces algún momento de felicidad, como todos.
Por hoy, me auto felicito. Por haberme quedado un poco menos en casa.

Para empezar el día

14 de septiembre de 2010

Caranchooooooooo!

Mierda mierda mierda mierda. Leo su blog algunas veces, leo que está mal, que le agarran tremendos bajones y yo acá. Acá comiéndome las ganas de ir a abrazarlo, de volver a abrazarlo y que sienta que estoy, que puede apoyarse en mí, que sepa que sus lágrimas las puede compartir con alguien, que si grita alguien lo va a escuchar. Y no sólo como amiga.
Pero después de varios minutos de terminar de leerlo, me queda una sola cosa: una sensación de vacío en el alma. La angustia me llena el corazón y lo único que puedo hacer es quedarme con las ganas de salir corriendo a abrazarlo así viva al otro lado del mundo.
Pero tengo que decirle a mi cabeza que hay otras cosas de qué ocuparse, y que si no se dio, fue por algo, porque seguramente alguien mejor vendrá después. Que consuelo estúpido. Puede que sea capricho, terquedad, pero yo lo quería a él con sus berrinches, mal humores y malos días. Con lágrimas y sonrisas. Con discusiones y peleas. Con todo lo que llevamos con nosotros, con toda muestra mochila a cuestas. ¿Qué hago entonces? ¿Me guardo las ganas hasta que se me pasen solas? ¿Sigo así sin mas tratando de encontrar otra vez el camino que me lleve a alguien? ¿O le pido a nosequién que me ayude a no encariñarme tanto con las personas que es evidente que no me necesitan?
Muchos días siento que tengo el alma tan abierta que no filtro lo que es bueno y malo. Lo que me pueda doler, pasa también, no me contengo y me prevengo, me mando sola. Y así me sigo dando la cabeza contra la pared, una y otra vez.
Mi hermana y mi mamá me dirían que eso es porque no socializás, porque no salgo, porque no me doy con la gente y porque me cierro en mis angustias y las vuelvo a sacar para lastimarme y sentirme cada vez mas mal y compadecerme de mí misma, que seguro es más fácil que salir a pelearla y buscar otro a quien querer, otro a quien necesitar. Otro de quien desear sus abrazos. Otro de quien desear oír su voz una vez mas.
Y ahora seguramente me vaya a dormir angustiada y la almohada bancará otra vez las lágrimas que no quiero que nadie vea. Porque me siento estúpida estando así. Porque la mitad de mí me dice que todo esto es porque no tenés otra cosa mejor de la que ocuparte. Y la otra mitad me dice que me angustie, llore y patalee todo lo que no se pudo dar, todo lo que no fue y todo lo poco que me necesita y le importo. Y está bien, es totalmente aceptable, a mi me pasó también. Y la indiferencia mató...

Pero seguramente lo que me pasa es por quedarme mucho en casa.

13 de septiembre de 2010


Se ve que esto pasa desde hace algunos años atrás...

Solo hay que saberla descubrir...

Se escucha



Pfffffff... Cómo me entusiasmé con las canciones de este muchacho.
De esos CD que uno se baja, los escucha algunas veces como música de fondo mientras estudia, y nada más.
Hasta que un día descubre una canción buena, y otra, y otra, y ese disco pasa a ser uno de los más escuchados apenas me dejan la computadora.
Vamos por la diversidad musicalística.

12 de septiembre de 2010

Alma nueva




This is a happy end
cause' you don't understand
everything you have done
why's everything so wrong
This is a happy end
come and give me your hand
I'll take your far away.

Facultad de resaltar

A todos se nos dificulta siempre ver los errores propios. Pero mas allá del hecho que yo como mujer no te haya interesado por miles de causas, realmente las ganas que tenía de tu compañía eran reales y salieron del fondo del corazón, bien del fondo, como los sueños, que no se entienden y se olvidan rápido. Son así, fugaces. Pero este sentimiento no. Era bien sincero. La felicidad de observar su sonrisa, esa no te la saca nadie. 
Finalmente todo quedo en la absoluta nada, que creo que fue lo que mas dolió. Hubiese sido mas fácil que sus labios formaran un no te quiero ver mas, que el que no dijeran nada. O que lo que se dijera, fuera a través de una computadora.
Seguro el error fue mío. No haberle dicho nada, no haberle confesado que lo necesitaba al lado mío.

Por suerte el paso de los meses hizo que ahora lo pueda ver con un poco mas de objetividad, y que no extrañe su presencia. No lo extraño realmente, pero que bronca que me da leer sus escritos y ver... no sé que vi. Creo que solo lo que yo quiero, como todos hacemos. Siempre vemos lo que queremos. Y él a mi no me vio, o no le interesó verme. No sé que necesidad tengo de publicar esto, de sacarlo de mi cabeza y que quede escrito en algún lugar. Me siento estúpida cuando me doy cuenta de que sigo pensando en esto después de tantos meses. Pero es el resultado del domingo espantoso. Hace que salgan todas esas cosas que creíamos que ya teníamos olvidadas, reprimidas, guardadas en el fondo del cajón de las remeras. Las situaciones que nos faltan se vuelven absolutamente necesarias y lo que tenemos está ahí y no nos damos cuenta de su presencia. Le robo a las horas la tristeza y a las nubes las vuelvo nubladas y grises y pesadas, a punto de caerse arriba de mi cabeza.
Los domingos tienen esta facultad de resaltar lo que nos falta. 
Uno de los mayores placeres de la vida: leer en la cama un día de invierno calentita abajo de las frazadas.

11 de septiembre de 2010

Tengo ganas de un montón de cosas, pero al final no termino haciendo nada.

9 de septiembre de 2010

Descubrir

Encontré esta imagen nosepordónde, y me encantó, y me la guardé. 
Cada vez que la miro me da idea de libertad, de ese viento que te pega en la cara en el momento que estás tirado arriba del pasto pensando sólo en lo bueno que es estar ahí. 
Pero muchas veces pienso que casi todos poseemos esa posibilidad de libertad y algunos nos coarta. A mi me coarta. Tanta libertad me da miedo. No tengo idea de por qué, pero el solo hecho de saber que mi vida me da la posibilidad de decidir por mi misma, de experimentar, sentir, de salir y entrar de donde yo quiera, de meterme en donde quiera, de ver lo que quiera y de no ver lo que quiera también, me da miedo.
Siempre fue así.
Él siempre está presente, guiando los pocos pasos que pueda llegar a dar. Creo que esto ya lo habré dicho en otra entrada seguramente, pero siento que mi vida es como una película que pasa delante de mis ojos y de la que soy solo una espectadora, sin participar en nada de lo que pasa. 
Se supone que naturalmente salimos a descubrir el mundo a medida que crecemos (y creo que no lo dejamos de descubrir nunca) pero no sé donde tengo guardada esa curiosidad. Se me debe haber escapado de las manos, dejándome un vacío que ahora que me doy cuenta que está, estoy intentando llenar otra vez. Tratando de salir a descubrir el mundo otra vez, como cuando era chiquita. 
Quedándome un poco menos en casa.

Mientras tanto

No me puedo enamorar del amor otra vez, en serio. Tengo que dejar de ser tan ingenua. Poner los pies sobre la tierra un poco más seguido de lo que lo hago ahora. Porque sino, me voy a seguir dando la cabeza contra la pared, una y otra vez. Creyendo que el amor me va a encontrar por casualidad en el colectivo...
Mientras tanto sigo escuchando estos temas...



 I want from you, is into your head
But they say that you, don't stay in your bed
We do what we need to be free
And it leans on me, like a rootless tree

8 de septiembre de 2010

Siempre lo mismo de siempre

Me la paso buscando algo sin saber bien qué.
Sin observar bien aquello que encontré.
Es estar mirando por la cerradura de la puerta con miedo a que me descubran.
Es ponerme trabas a mi misma y negarme el poder vivir experiencias.
Y trato de buscarle la causa a tanta negación. A tanto miedo.
Siempre me quedo con el "que hubiera pasado", no me sale dar el primer paso.
Con miedo a descubrir cosas nuevas, no se busca nada.
"Sobre la mesa, los vasos vacíos, llenos de huellas y manchas de rouge, son cadáveres."

El colectivo - Eugenia Almeida

Y después de haber estado semanas sin poder hacerme un espacio ni para leer dos hojas de una novela, vuelvo felizmente con este libro que me prestó mi amiga Mai
Y muy feliz también, porque me saqué un siete en Latín. Vamos todavía.

6 de septiembre de 2010

Con que poco se es feliz

Hoy, soy feliz. Y sólo porque el miércoles en cocina hacemos una torta de mousse de frutillas. Con qué poco se puede poner una contenta...

5 de septiembre de 2010

Períodos examenísticos

Se viene, se viene, se viene el maldito oral de latín que me tiene las canas violetas, que odio darlo porque me pongo muy nerviosa y solo el hecho de tener al tipo ahí sentado enfrente mío me dan ganas de salir corriendo del aula al baño. Seguramente a todos nos da esa sensación del no llego cuando nos sabemos casi de memoria las cosas... O el no se nada y después nos traen un hermoso siete escrito en la hoja del parcial. Los exámenes son instancias que ponen a prueba nuestra paciencia, nuestros nervios, nuestros horarios, nuestro peso corporal (después de estar horas picando galletitas dulces con mate, sentados en la silla), nuestro límite de sueño y sobre todo nuestra cabeza. Y no contemos con aquellas queridas personas que nos rodean y que están tan a prueba como nosotros, sólo por estar cerca nuestro y bancarse el arranque de mal humor que nos dio ayer a la tarde o esa puteada sutil que largamos a las doce de la noche de un martes o las constantes quejas al son de: "a veces no sé para que carajo estoy estudiando esto!"
Varios litros de café serán utilizados, acompañados de Coca cola, Cafiaspirina (si es Plus mucho mejor) además de como dije anteriormente muchos termos de agua para el mate. 

Pero estudiar también tiene sus cosas buenas, ¿no es así? Quizás algunos se reunan con amigos, compartiendo la desdicha de estar bajo el techo de la casa cuando afuera está soleado, o quizás otro salga a disfrutar de ese hermoso día con el riesgo de distraerse con la mosca que pasa o el perrito que nos vino a olfatear los bizcochos. O sea el buen acto de alguna fuerza superior que hizo que al profesor se le iluminara la cabeza y cambiara la fecha del examen para unos días después, dejándonos unos días mas para estudiar aquello que nos había quedado pendiente. 
Los períodos examenísticos puede que nos saquen canas violetas. Pero por otro lado, tenemos que pensar que seremos futuros profesionales de algo, que en realidad no podemos quejarnos porque hay miles de pibes que no pueden agarrar ni un cuaderno porque no tienen con qué, que en algún curso quizás encontremos  alamordemivida, o mucho mejor, compañeros con quien compartir todas estas penas.
Se me están escapando algunos factores externos como ser el tener que ir a rendir un sábado, o con las condiciones edilicias que sufrimos todos los días, por ejemplo en mi lugar de estudio no tenemos vidrios en las ventanas (y cuando uno sale a la calle se da cuenta de que hace mas frío en el aula que afuera), se nos rompió el ascensor hace más de tres semanas y tenemos que subir los seis pisos por escalera, no tenemos baños  ni en el segundo ni en el tercer piso, y los que hay, mejor no lo uses más que para mirarte al espejo porque no tenemos casi personal de mantenimiento (sólo a la mañana) y la limpieza de los mismos es casi nula... Esto, solo por poner de ejemplo el lugar que conozco, porque la UBA debe estar mas o menos parecida y otros lugares, también...

Más allá de todo esto, estudiar está bueno. Aprender está bueno. Rindamos el examen y que sea lo que dios quiera.

What am I gonna do when the best part of me was always you
What am I suppose to say when I'm all choked up and your ok
I'm falling to pieces...

[The Script]
Si encontrara esos cálidos abrazos otra vez, no los soltaría mas. Si me protegieran como lo hicieron, no me alejaría mas. Si no hubiese sido todo tan efímero, todavía seguirían siendo los más deseables. Pero los días corrieron y a las palabras se las llevó el frío viento del mes de junio de aquel año. Junto con las hojas de los árboles y mi alegría. Las mañanas se volvieron grises y no había noche en la que no te pensara, en la que no deseara tu compañía.
Las lágrimas se habían convertido en las únicas compañeras, solo ellas comprendían lo que me pasaba. Ni mis palabras se oían, quedaban atragantadas en el medio de la garganta intentando salir y al menos decir un basta. Un adiós. Pero ni siquiera eso. El silencio era mi guía, y todo lo que no te dije ahora quedó en mi cabeza, rondando como las ideas y mi necesidad de tu compañía.
"Soy imposible de olvidar, pero difícil de recordar"

3 de septiembre de 2010

No hay nada que hacer, si a alguien no le interesás o una persona no te interesa, las cosas no van a cambiar. Si no te importa saber cómo se siente, cómo fue su día, si ya cenó, si vio tal o cual peli y le gustó o no, si está triste o feliz, si tiene ganas de salir, de quedarse en casa como yo. De dormir, de comer, de tomarse una cerveza, de comer manices, de romper un plato, o bailar con una mano levantada. De leer una revista, de ir al super a comprar la yerba para el mate. De que le cocinen algo rico y disfrutar cada bocado. De mojarse un poco con la lluvia o de acostarse a mirar la tele en el sillón. De ver a los amigos, a la familia. 

Nada, absolutamente nada de eso te va a importar, porque la cabeza seguro va a estar ocupada en otra cosa y en esa persona es en quien menos vas a pensar. 
Sobre todo si esa persona tampoco piensa en vos.

Este blog tiró para el lado del monólogo interior charlando frente a los azulejos de la cocina. Escuchando mi voz, siempre diciendo las mismas cosas, quejándose de lo mismo. 



Refugio

Once y media de la noche.
Le tengo mucho miedo al oral de latín del martes.

Estoy cansada de tener miedo todo el tiempo.
De levantarme y no pensar en lo que me deparará el día, sino en sentir un vacío y unas ganas de no hacer nada porque sólo tengo el recuerdo de los malos momentos.
Ya no sé de dónde saco la tristeza. Tengo un botón que se aprieta solo y automáticamente encuentro el lado negativo de las cosas.
Quizás sea la lluvia, lo gris del cielo o las hormonas, pero este maldito miedo no se va. Sé que todos lo tenemos, y que si no estuviera seríamos todos kamikazes, pero a veces el solo es él que guía mis días.

Se busca un lugarcito para refugiarse.




1 de septiembre de 2010

Norah Jones, Come away with me

Perfecta canción para esta noche de lluvia en casa...

No es el mes del amor

SON LAS DOCE DE LA NOCHE, EMPEZÓ SEPTIEMBRE. Y NO ES EL MES DEL AMOR...