5 de septiembre de 2010

Períodos examenísticos

Se viene, se viene, se viene el maldito oral de latín que me tiene las canas violetas, que odio darlo porque me pongo muy nerviosa y solo el hecho de tener al tipo ahí sentado enfrente mío me dan ganas de salir corriendo del aula al baño. Seguramente a todos nos da esa sensación del no llego cuando nos sabemos casi de memoria las cosas... O el no se nada y después nos traen un hermoso siete escrito en la hoja del parcial. Los exámenes son instancias que ponen a prueba nuestra paciencia, nuestros nervios, nuestros horarios, nuestro peso corporal (después de estar horas picando galletitas dulces con mate, sentados en la silla), nuestro límite de sueño y sobre todo nuestra cabeza. Y no contemos con aquellas queridas personas que nos rodean y que están tan a prueba como nosotros, sólo por estar cerca nuestro y bancarse el arranque de mal humor que nos dio ayer a la tarde o esa puteada sutil que largamos a las doce de la noche de un martes o las constantes quejas al son de: "a veces no sé para que carajo estoy estudiando esto!"
Varios litros de café serán utilizados, acompañados de Coca cola, Cafiaspirina (si es Plus mucho mejor) además de como dije anteriormente muchos termos de agua para el mate. 

Pero estudiar también tiene sus cosas buenas, ¿no es así? Quizás algunos se reunan con amigos, compartiendo la desdicha de estar bajo el techo de la casa cuando afuera está soleado, o quizás otro salga a disfrutar de ese hermoso día con el riesgo de distraerse con la mosca que pasa o el perrito que nos vino a olfatear los bizcochos. O sea el buen acto de alguna fuerza superior que hizo que al profesor se le iluminara la cabeza y cambiara la fecha del examen para unos días después, dejándonos unos días mas para estudiar aquello que nos había quedado pendiente. 
Los períodos examenísticos puede que nos saquen canas violetas. Pero por otro lado, tenemos que pensar que seremos futuros profesionales de algo, que en realidad no podemos quejarnos porque hay miles de pibes que no pueden agarrar ni un cuaderno porque no tienen con qué, que en algún curso quizás encontremos  alamordemivida, o mucho mejor, compañeros con quien compartir todas estas penas.
Se me están escapando algunos factores externos como ser el tener que ir a rendir un sábado, o con las condiciones edilicias que sufrimos todos los días, por ejemplo en mi lugar de estudio no tenemos vidrios en las ventanas (y cuando uno sale a la calle se da cuenta de que hace mas frío en el aula que afuera), se nos rompió el ascensor hace más de tres semanas y tenemos que subir los seis pisos por escalera, no tenemos baños  ni en el segundo ni en el tercer piso, y los que hay, mejor no lo uses más que para mirarte al espejo porque no tenemos casi personal de mantenimiento (sólo a la mañana) y la limpieza de los mismos es casi nula... Esto, solo por poner de ejemplo el lugar que conozco, porque la UBA debe estar mas o menos parecida y otros lugares, también...

Más allá de todo esto, estudiar está bueno. Aprender está bueno. Rindamos el examen y que sea lo que dios quiera.

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