19 de julio de 2013

4 de julio de 2013

Transportes.

Bien, como estoy demasiado tiempo sin hacer nada, y pretendo distraerme de mis autoboicots (que más adelante serán aquí mismo relatados), aquí la lista de los colectivos que me remiten a personas. O las personas que me remiten a colectivos...

El 141, a mi amiga Jess
El 85 y el 159, a mi primer amor
El 159, el 22, a mi amiga Mai
El subte, mas precisamente la estación Loria, a mi amiga Vero
La línea Mitre, a las chicas compañeras de mi anterior trabajo

Después, lugares que me remiten a colectivos o colectivos que me remiten a lugares...

El 132, a la facultad.
El 26, a mi actual trabajo
La línea C, a mi anterior trabajo


ESTAMOS TRABAJANDO EN ESTA LISTA, SEPA DISCULPAR LAS MOLESTIAS.

14 de mayo de 2013

Arraigado.

¿Será que no te puedo sacar de mi cabeza porque no conocí a nadie? ¿O que no conocí a nadie porque no te puedo sacar de mi cabeza? ¿Será el otoño que nos vuelve a todos más solitarios y tristes? ¿O las sombras del recuerdo que no se despegan de mi cabeza?
Sea lo que sea, sea cual sea la respuesta a las tantas preguntas que me puedo hacer, de lo que estoy segura, es de que seguís ahí. No tengo idea de por qué. Quizás la nostalgia de los buenos momentos. La necesidad de compañía. La falta de esos brazos. De esa voz. El invierno se está acercando, y con él, el recuerdo de tu presencia.

Un juego absurdo.



"Mirá, vos a mi me gustas, pero no te puedo hablar porque me pongo boludo, y vos, con tu actitud de mierda, no ayudás ni un poco. ¡Y esta música apesta! ¿Sabés por qué me pogo este chaleco? Por las minas como vos que no pueden dejar de mirarse el ombligo. ¿Sabés lo lindo que debe ser coger? ¿O acaso soy el único acá que quiere dejar de ser virgen alguna vez? ¿Qué te pensás, que vengo por los sandwichitos, boluda?[...]"

3 de marzo de 2013

Puede que...

Posiblemente este se convierta otra vez en el espacio 'refiera su queja y quedará grabada'. Bien, es para lo que está. En este caso, creo que la terapia fue lo mejor que pude haber elegido para poder salir de ese pozo en el que poco a poco me fui introduciendo en cuerpo y mente, atrapándome hasta que llegó un punto en el que la tristeza fue tan grande que se volvió incontenible. Y ahí aparecí adelante de esta mujer, al principio sin decir más que algunas palabras, la mayoría boludeces. Paso a paso mi cabeza se partió en dos, dejando salir todas esa ideas, miedos, y horrores concentrados cual caldo para la sopa. Se fueron desarmando, y mientras lo hacían, también se fueron ordenando. 
Siento en este momento que todo va a estar más ordenado, los miedos menos concentrados dentro mío y las voces convencidas de que yo no podía hacer nada de mi vida van a ir callándose despacio, hasta quedar en completo silencio. Eso sí que me encantaría. Pero ciertamente, no creo que desaparezcan del todo jamás. Es una compañía con la que hay que aprender a convivir, creo. 
Estos últimos meses para mí fueron diferentes de los demás. Estoy haciendo y sintiendo cosas que a la anterior yo jamás se le hubieran ocurrido. Tampoco me estoy alocando, eso todavía no llegó. Pero siento que la transparencia que me rodeaba y que yo misma me imponía para que nadie me viera, de a poco se está yendo. La cuestión no está e arriesgarse, la cuestión está en dejar que pase y si pasa para mal, no hacer un océano de ese lago y dejar que también se seque. Creo que lo que tengo que aprender primero es intentar convivir con mis errores, saber que no todo lo puedo tener planeado y que si algo no sale como yo quería, si no es el fin del mundo para nada ni nadie. Si, esto lo sabemos todos, es una estupidez, pero se vuelve totalmente relevante cuando ese miedo no te permite dar un solo paso adelante. 
Puede que un par de tacos y mucha ropa colorida me ayuden a salir adelante. Puede que mi cabeza por fin se está relajando. Puede que ya no sea la misma que era dos años atrás. Todos cambiamos.

2 de marzo de 2013

Escribí.

'Crear entrada nueva'. El blog te invita a que escribas, a que te desahogues y dejes grabadas tecnológicamente los sentimientos que en el momento corren como río caudaloso por tu cabeza. Eso es lo que pasa. Las letras se suceden una tras otra y vamos enganchando frases, y después sale un párrafo  y tenemos por fin un texto donde nos enterramos de lleno y cavamos hasta el fondo para que salgan las palabras, bien profundas, bien nuestras. Escribir para algunos puede ser catártico  para otros, algo cotidiano,  para otros, un arte. Hay quienes en horas escriben páginas y páginas y hay quienes para escribir tres frases les tiene que llegar una epifanía de laguna galaxia lejana y están años para poder concretar algo. Todos escribimos de maneras diferentes. lo importante es hacerlo. 
Personalmente escribir es como vomitar tristezas. Es dejar de lado todo lo que me hace mal, toda la parte podrida de la fruta, que no nos gusta. Tuve durante años diferentes blogs y cuadernos, escribí historias que no me gustaron, párrafos con amores imposibles, tristezas que no se iban, escribí mientras lloraba arriba de las teclas, escribí críticas de películas que marcaron mi vida. Escribí sobre el primer amor, sobre los deseos que jamás concreté. Escribí sobre mi encierro, sobre mi soledad, sobre mi personalidad derrumbadora de optimismos. Letras que salieron de mi cabeza y que sin pensar demasiado quedaron grabadas en este medio, que para algunos pueda resultar efímero. Pero que están. Salieron de mí, y como un dibujo, de a poco fueron formando algo.
A medida que van pasando los años las palabras pueden salir de diferente manera. Porque aunque a veces no nos parezca, vamos cambiando poco a poco. Pasan las palabras, pasan los años. Pasamos desapercibidos, pasamos y dejamos alguna huella. Pero lo importante es saber que estamos. Estamos y escribimos, dejamos esa existencia grabada en algún lado. Escrita en algún lado. 

Nota: Este espacio justamente no se caracteriza por su espíritu dicharachero y juguetón. 

12 de febrero de 2013

Queja número 473892.

Este año. Este año. Todos los años empiezo haciendo planes: voy a hacer tal y tal cosa, anotarme en esto, hacer tal cantidad de materias, quiero aprender a nadar, ahorrar plata, y blablabla. Y qué termina haciendo Luli? Absolutamente nada. Adivinen que: otro de los tantos capítulos del autoboicot. No hago nada para seguir quejándome de lo pedorra que es mi vida, y de lo poco que hago y no apartarme de ese hastío que sobrevuela muchos de los días que transcurren. Y así es casi todos los años. Y este me parece que no se diferencia demasiado. Tenía planes de anotarme para natación en enero, obviamente quedó en la nada. ¿El gimnasio? También quedó en la nada. ¿Y las vacaciones? EN LA ABSOLUTA NADA. No pienso irme de vacaciones sola. No, gracias. Esas cosas valientes no son para mí. Mi psicóloga dice que el verano todavía no se terminó, que hay tiempo, que se pueden hacer siempre nuevas cosas, pero yo me digo lo imposible que es salir de este maldito laberinto en el que meto mi vida.

1 de noviembre de 2012

Mejor me agradezco a mí.

En mi caso, la terapia me sirvió de muchas cosas. Siempre lo dije. Exorcisé mil fantasmas que tenía revoloteando por la cabeza, haciéndome sombra, pesándome como una mochila muy cargada en la espalda. Si, todavía me da miedo decir que soy alguien nueva. Todavía me da miedo el rechazo. Pero dentro de mí siento que ya no soy la misma de siempre, que algo se quebró, se rompió, para darle lugar a otra cosa.
Esa ostra en la que siempre me dibujaba encerrada logró quebrarse, para dar lugar a muchas cosas nuevas y aun poco menos de miedo.
Hoy con la psicóloga hablába de mi fanatismo por las literaturas y por el seminario de arte (dos materias del profesorado). Le decía de lo mucho que esas dos materias podían abrirte la mente, darte un sentido diferente de loque vos estás viendo, y que no observás bien. Aquel que está enfrente tuyo puede darte pistas para leer entre líneas, para ver entre dibujos. Pasa con las obras de arte, pasa con las novelas. La cuestión está en ver un poco más allá, en alejarme de mi entorno propio, de poder respirar el aire puro que me ofrece el afuera, de abrir la cabeza y que entren ideas. Y que salgan los miedos paralizantes y atrapantes. Quizás escribir estas líneas pedorras sea una parte de la solución. Muchos meses atrás las usaba para quejarme de mi vida pedorra. De lo sola que estaba, de lo mal que me sentía conmigo misma.  De lo poco que me quería. Y ahora aprendí a dar unos pasos más. A querer mi sonrisa. A vestirme de colores. A amar mis rulos, darles vida. A explotar con bombas mi simpatía, que la tengo y es mucha. A estudiar de verdad para los parciales (?), a dejar de lamentarme porque no soy la que quiero ser. Y bueno. Si no me muevo jamás se va a dar nada. Ni esta yo que quiero ser, más yo todavía. Posiblemente tenga que agradecerle a Freud... o a mi psicóloga... pero no, mejor me agradezco a mí.

26 de octubre de 2012

bueno, acabo de llegar a casa y lo primero que quise hacer fue scrbirles a ustedes, mis compeñeros, por este año y medio. Este fue mi último día allá en Pirelli y no puedo estar más triste. No quiero que esto suene a drama, a novela barata, pero necesito decirles alho: GRACIAS. Gracias por tantos turnos compartidos, risas, broncas, por el cambio, por las monedas, por todos los tostados, los panes 
de queso y los frapps sacados, gracias por ser parte de mi vida, por ser la causa por la que yo me levantaba todos los días. Para verlos a ustedes. Gracias por los almuerzos, por las salidas, las críticas y los descuentos taza. Ustedes fueron mi primer trabajo y no creo que nadie haya tenido alguno mejor. Gracias por alegrarme tantos días, por sacarme automáticamente de estos bajones a los que me ato con mis dos manos. Creo que me sacaron un brazo sin ustedes... (qué exagerada!) Los adoro con todo mi corazón, los quiero con todos mis pies. Mientras escribo esto me lloro todo, pero creo que se lo merecen, esto y mucho más. Son excelentes personas. Maly SillaroDavid Vega,Mara Belén PaganoJowii KancheffMayra LoboKaren Garces MillanAle OjedaTyna HerreraFlorencia Poletti ♥ Chau, me voy a seguir llorando (mientras estudio para los parciales...)








22 de septiembre de 2012

Mujeres

Las mujeres somos un género complicado. Los hombres también, no digo que no. Pero hay ciertos días en los que voy caminando por la calle, pensando básicamente en nada, en los que me digo que cambiados están los roles de las edades en esta época. Muchas chicas de 14 o 15 años que desean vestirse como grandes, con tacos, y ropa que seguramente sean estilos copiados de los adultos. Y después al rato te cruzás con una señora de 40 a 50 que intenta parecerse a aquella mas joven que a su vez quiere parecerse a la mayor. No digo que este sea un fenómeno del año 2000, me pinta que desde mediados de los '90 se está dando y no creo que cambie para nada.
Pero lo que más se me dificulta es descubrir por qué uno no puede aceptar la edad que tiene y disfrutar de eso, por qué las chicas necesitan aparentar ser mayores y las mayores no aceptan que pasaron y disfrutaron de una juventud y que ahora la madurez puede dar cosas diferentes y mejores.
A ver, pequeñas mías: disfruten de no tener que usar maquillajes, "tacos para estilizar la figura", cremas, y todas esas cosas que ahora se usan y salgan como están que son hermosas.
A ver, ustedes mujeres, den ese ejemplo que las chicas necesitan para sentirse bien, para aceptarse como son, aceptándose ustedes mismas así como son, hermosas también.
Con esto no estoy diciendo que todas las mujeres seamos así. Hay aquellas a las que la imagen les importa pero menos, y se preocupan por otras cosas. Hay muchas mujeres, y ninguna de nosotras es igual a la otra. Todas tenemos nuestra belleza, y creo (este es mi propio mensaje para mí también) que tenemos que descubrirla de a poco.