30 de enero de 2011

Conseguí trabajo de nuevo, ahora en una casa de ropa en el Solar de la Abadía. Atiendo a los conchetos que viven en Las cañitas y espero siempre que me traten mal, porque parece que así tratan a todo el mundo algunas personas que tienen plata. Se creen que con la Visa se pueden comprar el mundo servido en bandeja. Y como los mandaría a todos bien a la mierda, con las tarjetas y todo, a ver si se compran un pasaje para allá. Un desastre la verdad, ese tema. Pero se soporta, que se yo, en sí el trabajo en el negocio es bastante aburrido, estoy supuestamente reemplazando a alguien que se fue de vacaciones pero todavía no vi que me necesitaran en serio para la venta, están mis compañeras muy bien sin que hubiese venido alguien de afuera. Ah, tampoco conocí a la encargada del local. Y muy casualmente me dieron el horario en el que tenía que entrar. No creo que supieran siquiera que iba a entrar alguien nuevo...  Eso si, no se saben mi nombre. ¿Cómo puede ser que me sepa los nombres de todas las chicas que conocí hasta ahora y ellas me llamen gordi, hey, ehmmm pero que no se sepan como carajo me llamo? ¿Tan complicado es acordarse? Luli les dije carajo! Que cosa, que no es tan difícil! Que lo tiró che.
Mas allá de eso hoy estábamos hablando con mamá que esto de cambiar de laburo tan seguido (no es que yo quiera sino que hasta ahora todo lo que conseguí fue temporal) en parte está genial porque conocés un montón de cosas nuevas, actividades, gente, etc. Pero por otro lado, el hecho de cambiar no te permite arraigarte en algún lugar, agarrarte de algo y tener la seguridad de que todos los meses un sueldo por más mínimo que sea va a entrar a tu casa. De que aquel al que vas todos los días por más que la rutina se vuelva agotadora es tu trabajo, tu lugarcito en el mundo laboral, que tenés tu espacio ayudando, haciendo algo por otros. Pero así te sentís en un limbo que mucho, mucho no me gusta...
Y bueno, así es la vida por ahora. Qué cacho de 2011.

25 de enero de 2011

Tan de vacaciones

Estoy tan de vacaciones acá en la Capital que me está dando alergia de tanto rascarme el higo. Porque la verdad que estoy buscando trabajo, pero las entrevistas salen de vez en cuando... Si salen. Así que lo que florece por estos días son los libros tantas veces releídos, salidas con las amigas y las películas que no faltan en todo el año.
Y por qué no, agreguémosle una serie de padecimientos mentales que incluyen el hacerse máquina por cualquier cosa que salga a nuestro alcance, ya sea miedos, sea "porquénosalgolosfindes", "quierotrabajoyaaa", y demás cosas. Estoy con este calor, lo que se dice, rotas las bolas. Rotas de mí.

Después de haber pasado el mes de diciembre y el mes de enero trabajando en la juguetería, en este momento siento que me estoy ahogando dentro de mi casa. Es un pensamiento que abarca mi cabeza hace varias noches. Me siento como adentro de una jaula, esperando para salir. Para que algo empiece, pero no sé que. Necesito algo de movimiento, me estoy secando por dentro. No sé que hacer realmente porque siempre en mi se encuentra el factor miedo y el factor inseguridad que no me abandonan todavía y actúan como anclas en mis pies. Ayer vinieron mis amigas a casa para tomarnos unos mates y una de ellas recientemente se separó del novio, que la verdad que según lo que nos contó fue para mejor porque la relación no iba para más. Ahora está soltera, y está saliendo, conociendo otros chicos, pero la verdad que hasta ahora ninguno le interesó realmente. Entonces me decía que hiciera como ella hace: salir y conocer chicos, hablarles, pedirles el teléfono o dárselos si me lo piden, "total, si no te gusta no salís más y listo". Pero entonces en respuesta a eso le dije que cómo es que hacía ella para no sentirse chiquita adelante de ellos, como no sentirse todo lo insegura que me siento no solo con este tema, sino con todo.  Ella de por sí ya tiene menos prejuicios que yo, menos inseguridades, piensa menos las cosas antes de hacerlas, y tiene sobre todo algo con lo que yo casi no cuento: autoestima y confianza en mí misma. Es que trato de buscarla, sacarla del fondo del pote, pero no puedo encontrar nada, o sino cuando creo encontrarla hay algo que aparece en mi cabeza y tapa lo que apareció. Todos los muchachos que conocí, cagué las relaciones por sentirme inferior. Por hacerles caso en todo y no hacerme valer, por agachar la cabeza antes de sobreponerme y estar de pie, ser valiente. Sobre todo con el último, a la que casi ni puedo llamar relación porque no lo fue. Él solo se encargó de que no lo fuera, y yo como una estúpida profesional lo dejé hacer. Mientras yo lloraba acá en casa, metida atrás de la pantalla de la computadora tratando de distraerme y de no pensar en nada. Escondiéndome, como siempre. En fin, mi amiga me dijo que en una próxima fiesta a la que fuéramos, ella me iba a ayudar a encarar a alguien. Okey, entré en pánico literalmente y espero que eso no se concrete jamás. Lo detesto. No puedo soportar la vergüenza, y no me puedo soportar a mí con esa voz en la cabeza que no para de decir "Luli sos fea!". Parecen cosas de chicas de quince años, pero no las pude resolver. Complicada la cosa, anda. Temas que serán a resolver con la psicóloga... Temas que salen a la luz en épocas en las que hay menos que hacer.

20 de enero de 2011

Hoy casi me sorprende en un sueño uno de tus besos inesperados. Y me dijo que me esperaba impaciente del otro lado de la puerta, lo único que tenía que hacer yo era abrirla para que entrara sin reparos y me alegrara el corazón, cambiara el rumbo de mis esperados y rutinarios días. Para que hiciera que el café supiera como a recién molido, las sábanas se suavizaran, y la dulzura de la miel se acentuara en cada gota. Y entonces, en el sueño me levantaba de donde estaba, y comenzaba a caminar con pasos que no tenían mucha decisión. Algo me decía que si abría la puerta todo sería mejor. Y seguía. Pero a medida que me iba acercando a la puerta aquellos pasos eran mas débiles. Y finalmente paré. Y no pude conocer ni sentir aquel beso inesperado.

14 de enero de 2011


Y... mi pato Anastasio.

Timmy comiendo postrecito de chocolate! Es genial esta gata.

13 de enero de 2011

Uno de mis libros preferidos

Estoy solo en la cumbre de la montaña al amanecer. En la niebla lachosa veo los cuerpos de mis amigos a mis pies, algunos han rodado por las laderas como rojos muñecos desmembrados, otros son pálidas estatuas sorprendidas por la eternidad de la muerte. sombras sigilosas trepan hacia mí. Silencio. Espero. Se acercan. Disparo contra esas oscuras siluetas en piyamas negros, fantasmas sin rostro, siento recular la ametralladora, la tensión me quema las manos, cruzan el aire las líneas incandescentes de los fogonazos, pero no hay un solo sonido. Los asaltantes se han vuelto trasnparentes, las balas pasan a través de ellos sin detenerlos, siguen avanzando implacables. Me rodean... Silencio...
Mi propio grito me despierta y sigo gritando, gritando.
Gregory Reeves.
El Plan Infinto. Isabel Allende. 


12 de enero de 2011

Presiento que dentro de mi alma hay un jardincito lleno de estas florcitas... Pero no pude descubrirlo todavía.

10 de enero de 2011

Entonces, después de todo, adiós descanso. Mañana se viene el preocupacional para el nuevo trabajo al cual quizás entre... Espero que me vaya bien!
(necesito dormir!!)

9 de enero de 2011

Final

Así que... mañana termino mi trabajo en la juguetería. Se me terminan los largos días de doce horas parada, la atención al cliente que no termina de decidirse nunca, las risas con mis compañeras, el compartir el cansancio y el hambre antes del descanso, las charlas en contra de..., las críticas, el chusmerío. Todo eso va a quedar atrás y por suerte será un hermoso recuerdo de momentos geniales compartidos entre todas. Demás está decir que las voy a extrañar mucho a esas chicas que pasaron este mes conmigo, con sus problemas, felicidades y tristezas a cuestas, como todas.
Ahora cual será el próximo paso? Sigo buscando trabajo o me tomo unos días de descanso? Que complicado. La verdad que tengo ganas de seguir laburando, espero conseguir algo pronto así me voy ahorrando unos pesos para poder estar tranquila y no tener que pedirle nada a nadie. Tengo tantos proyectos si encuentro trabajo estable! Veremos qué pasa de ahora en más.

Y para agregar una: el viernes tuve mi entrevista en la central de Havanna, me animé, llamé a la chica que me había tratado de localizar, luego ella me llamó y concretamos la entrevista. Era grupal y duró tres horas. A eso hay que sumarle que era en Acasusso, así que salí a las siete y veinte de mi casa y volví como a las nueve, porque de ahí me fui a trabajar. Creo que si hace unos meses alguien me venía a decir que esto podía pasarme, no le hubiese creído. Después de estar tanto tiempo en esta burbuja de cristal que me creé para que nada malo pudiera pasarme, para no equivocarme, para tener todo mínimamente controlado... pasé a estar todos los días nueve horas fuera me mi casa, y otras tantas horas mas otros días en los que trabajé doce horas. Es increíble. Y lo logré, lo hice. Sin extrañar el estar en mi casa como me pasaba hace unos años. Sin ese miedo paralizante que me secaba la boca y hacía que me temblaran las manos... Gracias a no se qué, quizás a mi, quizás al apoyo de mis viejos, a la terapia, no sé. O a todo. Mi vida fue tomando otro rumbo. Alguien me puso en un sms de fin de año que esperaba que siga para adelante con todo lo que hice en el 2010 que fue un montón pero yo no lo veo. Si, puede que tenga razón. La verdad que muchas veces me sigo sintiendo mal, pero la mayoría de los días tengo muchas ganas de seguir para adelante, que antes no tenía. Mi mami me lo dijo también el otro día. No por agrandarse, pero espero poder seguir adelante. Ahora de lo que tengo miedo es justamente de estancarme otra vez. Que vuelvan esos miedos paralizantes y deje de disfrutar lo poquito o lo mucho que estoy haciendo. Tengo que dejar de darle el tono gris que siempre le doy a la vida, a todos los días, porque por mas que salga el sol, siempre tengo una nube preparada para taparlo... Y quiero dejar de sentirme así. Sé que no puedo estar feliz siempre, pero al menos encontrar un poco mas de optimismo en lo que hago.

3 de enero de 2011

Otra catarsis

Okey, okey, no hay pindonga que me venga bien. Después de haber estado días quejándome de lo porquería que era el ambiente del trabajo que conseguí por un mes en la juguetería, ahora no quiero que se termine para nada. Es que hay varias cosas que ese trabajo logró rellenar, que hizo que dejara de tener tanto pánico a enfrentarme con el mundo aquel que se encuentra detrás de la puerta del departamento. A ver, hago un recuento de lo bueno y lo malo... Encontré compañeras que son excelentes personas, que te apoyan en contra de quienes son considerados por todas como realmente muy malos seres. Después este es mi tercer trabajo en el año. Eso me hace mas que feliz, porque quiere decir que me moví para conseguir lo que quería, que un poco el miedo ese que me invade siempre quedó de lado para dejar que la vida me sorprendiera trayéndome nuevas experiencias. Aparte llego a mi casa y estoy cansadísima pero muy feliz, porque me siento útil, me siento bien conmigo misma, estoy haciendo algo por mí, gano un poco de plata para poder comprarme algunas cositas; que sé yo, todo eso que te trae el trabajar y que casi no lo tuve hasta hace poco. Porque no seré peronista pero la verdad es que el trabajo dignifica (aunque sea un poco) y te hace sentir mejor.
Ahora lo que realmente me preocupa (porque siempre tiene que haber algo) es que es lo que voy a hacer cuando se me termine este mes de trabajo. Y eso es este fin de semana. El sábado termino, y no quiero volver otra vez a tirarme en el sillón como una foca en la playa leyendo toda la tarde libros que ya releí mil veces, no quiero volver a comerme todo porque no tengo otra cosa que hacer, no quiero volver a tener que pensar todas las mañanas "pero que día de porquería que va a ser, otra vez sin hacer nada", quiero disfrutar del período en el que me meto otra vez a encontrar algo para poder ganarme otros pesos más. No tengo ganas de sentirme inútil otra vez. De sentir que no sirvo para nada y empezar a hacerme la cabeza con estupideces creadas por mí, como siempre. Pero bueno, como siempre otra vez, me estoy adelantando. Quién me dice que termino esta semana de trabajar, y me tiro con gusto a leer ese libro mil veces leído. Porque mi vida apesta pero sólo cuando yo quiero que lo haga. Y en realidad, no.