14 de mayo de 2013

Arraigado.

¿Será que no te puedo sacar de mi cabeza porque no conocí a nadie? ¿O que no conocí a nadie porque no te puedo sacar de mi cabeza? ¿Será el otoño que nos vuelve a todos más solitarios y tristes? ¿O las sombras del recuerdo que no se despegan de mi cabeza?
Sea lo que sea, sea cual sea la respuesta a las tantas preguntas que me puedo hacer, de lo que estoy segura, es de que seguís ahí. No tengo idea de por qué. Quizás la nostalgia de los buenos momentos. La necesidad de compañía. La falta de esos brazos. De esa voz. El invierno se está acercando, y con él, el recuerdo de tu presencia.

2 comentarios:

Ale dijo...

Ahhh... El invierno.parece que siempre tiene los mismos planes para con uno.

Lulú dijo...

si. Y no estaría siendo de mi absoluto agrado.