15 de septiembre de 2010

Moví el trasero II

Hace dos segundos, mamá me acaba de decir vamos a tener que cambiarle el título al blog ese, eh... que locura, si dos años antes (época en la que tenía un blog del mismo nombre, pero como una tarada lo cerré) me hubieran dicho que iba a tener un día como hoy, no lo hubiera creído, aunque lo hubiera deseado con el corazón.
Lo que menos hice hoy, fue quedarme en casa. Y ayer tampoco. Más de cinco horas afuera para mi, es todo un logro, nunca salgo para nada. Hubo un año que no salía ni siquiera para comprar azúcar. Y así me quedaba dos o tres días encerrada entre estas cuatro paredes, refunfuñando porque mis hermanos menores tienen (y lograron crear) una vida social que yo no tengo. Todo un año de esta manera, hasta que nos fuimos de vacaciones con mi familia y la pasamos estupendamente genial, y cuando volví, lo primero que hice fue empezar a mandar CV, pero de verdad. Pasaron los meses, empezó el profesorado, y tuve muchísimos altibajos en los que no salía por días o salía un día y hacía todo junto. Pero hubo algo que me ayudó enormemente: el curso de cocina e ir a terapia. 
 
Justamente por eso fue la causa de la terapia, el hecho de no salir de casa. Mas allá del título del blog, lo que estoy tratando con mi vida es de encaminarla hacia algún lado, de compartir momentos, dejar de sentirme tan sola. Insegura y miedosa de todo y de todos. De quererme un poquito más, y dejar de estancarme en un momento.

Hoy, entonces, tuve dos entrevistas de trabajo. Una en Almagro ¡y la otra en Acasusso! Increíble, ¿no es así? Hasta yo me sorprendo de haber salido y enfrentado al mundo, de haber hecho dos entrevistas en un mismo día cuando había veces que no mandaba un CV por miedo al que podría pasar si, me sorprendo de haber viajado en tren sin saber mucho donde me estaba metiendo, me sorprendo de haber dejado de ser por un rato Lulú para ser otra Lulú menos miedosa y menos tarada. No sé, quizás alguien lea esto y piense que es una pavada, pero la verdad que siendo una pavada, para mi es una importante, porque aunque sea patético que a los 21 esté haciendo cosas que muchísimos hacen a los 18 al menos las estoy haciendo. Hoy fue un tarde pero seguro.  
No pienso tirar manteca al techo, pero quizás de una vez por todas las cosas salgan un poquito bien. Por ahora, los trabajos para los que entrevisté quedaron en stand-by, igualmente no pierdo la esperanza y las ganas de que me llamen. 

Ya está, creo que de una vez por todas aprendí que eso de las energías o las ondas o como sea que queramos llamarlo son totalmente negativas, nada nos va a salir. Tampoco digo que ahora voy a dejar de ser pesimista del todo, todavía no tengo tanta seguridad adentro de mi mochila como para dejar de pensar que si dos cosas me salen bien, la tercera seguro me sale mal.
Otro día mas en la espera de que las cosas cambien, mejoren aunque sea un poquito. Creo que me merezco a veces algún momento de felicidad, como todos.
Por hoy, me auto felicito. Por haberme quedado un poco menos en casa.

1 comentario:

Co dijo...

Lulú! Felicitaciones por no haberte quedado en casa, por haber enfrentado tus miedos y haber ido a esas entrevistas.
No importa si fue tarde, lo importante es que lo hayas hecho superando los obstáculos!
Asique chin chin!

Beso!!!