10 de agosto de 2010

Dejarse llevar por las letras

Ohh estuve un poco ida... Tengo como muchas cosas en la cabeza. Siempre son las mismas, pero llenan mi cerebro como la arena y lo hacen mas pesado cada día. Me estoy dando una seguidilla de replanteos y planteos que me acompañan a la mañana, a la tarde y a la noche y al final para lo que me sirven es para que se me vayan las ganas de hacer algo nuevo y me quede donde esté, a veces mejor malo conocido, que bueno por conocer... no? Será esa la solución?
Mientras la busco, mientras trato de encontrar no mi camino, sino algún camino, leo. Leo mucho y miro muchas películas. A la noche, los fines de semana. No sé, quizás en esas historias inventadas encuentre una con la que me identifique, una que me dé la receta para ser feliz, o tal vez sólo las veo para matar el tiempo de una vida que no llevo. Que no quiero crear.

Entre tanto pantano esta vez me enganché muchísimo con un libro que se llama "El estado en que me encuentro", de Mariano Carrara. Bueno, sencillamente, me encanta. Es la historia de un hombre que tiene un espacio de radio de media hora, en el cual pasa todas canciones relacionadas con el estado de ánimo que tuvo ese día. Con esa introducción, el autor nos va contando muchos hechos de la vida del protagonista, que lo marcaron para ser el hombre que ahora es. La muerte de su mejor amigo, la pérdida de su pareja, muerte de su padre, militar y rígido con un hijo que huyó de su familia a través de la cocaína. Como verán, de "pum para arriba" este libro no tiene ni una letra. Pero este escritor tiene una forma tan clara y sencilla de escribir... Forma el grupo de aquellos pocos que pueden hacerte sentir parte de la historia. Creo que una vez dije en un blog anterior que lo que más me gustaba de los libros era que lograran hacerte sentir parte de la historia, y este lo logra conmigo.
Si pueden y gustan, leanló, lo recomiendo muchísimo. Es cortito, no lleva mucho tiempo.

No lleva mucho tiempo dejarse llevar por las letras.

1 comentario:

Ale dijo...

Me vienen a la mente dos cosas. Tu antiguo blog y vos. Y, siempre fue algo que pensé pero nunca dije, aquel blog llegó a un punto en que terminó siendo publicaciones de películas tras películas. Como que había perdido, en algún punto, la parte propia del blog, es decir... te había perdido a vos tu propio blog.

No quiero que vuelva a suceder eso, no dejes tampoco que pase. Recordá que esto de los blogs y la internet y todas estas cosas de alguna manera nos alivian y al mismo tiempo nos condenan. A descargar ahí y no poder despegarse de eso.

Soy un caradura al decirlo, pero ponele que el blog yo ya lo tenía y bueno... ya está, convivo con él. Quizás estoy siendo alarmista y me acordé de aquel tiempo de blogs antiguos en que te veía mal y no me gusta. Pero quizás no y es bueno que te lo diga, qué se yo. No te olvides de todo lo que avanzaste, siempre recordá que es una decisión. Al alcance de uno mismo.

Yo quiero que este blog no pierda a la dueña y que la dueña no se pierda en su blog de cines o libros. Pero entiendo completamente, e incluso participativamente, lo que cualquier tipo de arte puede retratar en nuestras vidas.

Me parece que me hice un trabalenguas para decir algo simple, espero que lo entiendas (si es así, después explicámelo jajaj).

Besos Lulú