18 de agosto de 2010

Llevate todo

Dejame, soltame la mano. Dejá que mis lágrimas rueden por mis mejillas un ratito más. No digas una sola palabra, no puedo oír tu voz.
Pero esperá! No te vayas todavía... tengo que darte algo.
Tomá las fotos. Los discos. Tu bufanda. El cepillo de dientes. Tomá, agarrá también los recuerdos, creo que ya no los necesito. Quizás encuentres a alguien a quien regalárselos, alguien a quien le falten algunos.
Acá en esta caja van todos los besos, no te la olvides. En esta otra, van las caricias. Aquella bolsa tiene los secretos compartidos, fijate con cual te querés quedar, yo no quiero ninguno. Aquel libro de hojas en blanco guarda todas nuestras noches y algunos proyectos también.
Eso si, lo único con lo que me quiero quedar es con un te extraño, eso no te lo lleves.

Ahora levantate de la silla, da los primeros pasos y no vuelvas la cabeza atrás, por favor, dejá que todo quede guardado para no sacarlo otra vez... Creo que voy a seguir estudiando, cocinando, trabajando y... no se... viendo la gente pasar, puede que en alguna de esas vidas pueda compartir la mía. Una nueva, aunque no tenga ganas de que todo vuelva a empezar.
Me quedo sentada en la cama, llorando un ratito más. En el departamento vacío.



No me voy a preguntar que vas a hacer de ahora en mas. Solo quiero pasar los días de frío, de ese sol que no logra sentirse, esos que desde que te fuiste se hicieron mas difíciles de sobrepasar.
No quiero saber si esas cajas, bolsas y cuadernos van a ser llenados con otros besos, caricias y recuerdos. No quiero saber si esos labios van a rozar otras bocas, si otra te acelerará el pulso cuando se acerque. Si esas manos van a acariciar otra cintura que no sea la mía, esta que quisiera volver sentirlas una única vez.
Agosto pasa, llega septiembre y acá estoy, sentada en la cama. En el departamento vacío.

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