27 de diciembre de 2010

Descubrí América

La ultima sesión con mi psicóloga descubrimos algo super importante. Es tanto mi miedo al cambio, que cuando ocurre transformo lo viejo (aquello que dejo) en algo maravilloso aunque no haya sido así y no le doy espacio a lo nuevo para que pueda sorprenderme. Lo peor de todo es que en mi cabeza transformo todas las características que tuvo aquello que dejé en positivas, por más que no hayan existido para nada. Me pasó por ejemplo cuando en el trabajo me dijeron que tenía que cambiarme de sucursal por un día, y a mí me agarró el ataque de angustia, porque mi cabeza decía que como podía ser, si recién me estaba acostumbrando a esta, cómo era posible que me cambiaran a otra, al final de todo no la pasaba tan mal, me estaba dando un poco más con mis compañeras y la cosa seguía así, cuando la realidad era que la sucursal en la que me encontraba no era un paraíso, todos los días venía quejándome de algo nuevo y no me convencía el ambiente en el que me encontraba. Fui entonces a la sesión con mi psicóloga justo la mañana antes de ese cambio de sucursal. Después de hablarlo un rato largo y de comentarle un montón de cosas, salió este tema, lo mal que me ponía cambiarme y lo buena que estaba la sucursal en la que me encontraba... Cuando mi sesión había empezado con una retahíla de quejas sobre lo mala que era la sucursal. En resumen, no hay nada que me venga bien. Pero mas allá de eso, el tema está en el miedo al cambio. En el temor que le tengo a estar mal, a la angustia esta que me acompaña en todo momento. Pasó con esto del trabajo, pasó cuando rompió el corazón el último chico con el que salí. Fue muy extraño, y mas extraño es darse cuenta ahora, que en realidad había varias cosas que no me gustaban de él, pero habían desaparecido en el momento en que se fue, se alejó. Entonces en la necesidad de que volviera aquello que ya conocía, las malas cualidades se volvieron buenas, porque el dicho reza "mejor malo conocido que bueno por conocer", no? Un desastre total. Igualmente me sirvió muchísimo saber esto, porque ahora puedo ser capaz de detectar, o no sé, darme un poco cuenta que en realidad lo nuevo puede ser muchísimo mejor que lo viejo. Que tengo que dejar espacio para que la vida me sorprenda. 
(Finalmente ese día que pasé en la nueva sucursal, me fue muy bien... ahora volví a la vieja, pero las cosas están con bastante trabajo como para quejarse.)

2 comentarios:

Co dijo...

Lulú! Creo que en algún punto todos le tememos al cambio. Alguien me dijo alguna vez que los hombres somos animales de costumbre y creo que es por eso que le tenemos miedo a los cambios. Pero no debemos dejar que eso nos paralice, tenemos que pensar que los cambios traen nuevas oportunidades y nos hacen crecer.
Asique vamos querida! A enfrentarnos a los miedos y a salir fortalecidas de ellos.


Besotes

Corita dijo...

Jajaja! Sos mi clon? El día que detecté eso en la terapia me sentí Gardel! Y sí, luego se detecta y poco a poco una empieza a conocer las artimañas de su alter ego.

Es más... Cómo habrá sido de revelador, cómo habrá sido de grande la explosión, que a la semana ya había invitado a un congreso, en el que hablaba Conde, al chico que me gustaba! (Hay que ser un bicho raro para hacer esa invitación, y otro más raro para aceptar! Por eso creo que ya llevamos casi un año!).

Es muy lindo soñar, es cómodo regocijarse con el recuerdo y quedarse llorando porque sabés que peor no vas a estar. Es sumamente fácil distorsionar la realidad para sabotearse. Es más fácil quedarse en la cama que tomarse un bondi a Zárate Brazo Largo. Pero es una facilidad y una comodidad ad honorem.

Luchar todos los días con el alter ego es como tomarse píldoras de hierro o sabiduría en gotas. Llega un momento en el que la fortaleza para encarar miedos sale sola, sin siquiera pasar por el tamiz del pensamiento. 'Pensar y sentir son la misma cosa' ;)