16 de febrero de 2012

Confirmo mi teoría, la tristeza es un manantial de inspiración para escribir. La planicie emocional que tiene la felicidad no te inspira a nada más que publicaciones pedorras explicando lo bien que estás y lo mucho que podés seguir adelante en tu vida, porque por dos semanas que volviste de las vacaciones, creíste que podías ser una mujer mas fuerte y mejor. Después pasaron varias cosas que hicieron que te des cuenta que no es así, que las cosas no cambian más, que una no cambia más porque comete los mismos errores de siempre, y sigue siendo la misma pelotuda de siempre. Entonces empezás a quejarte, a decirte que la vida es una mierda tras otra, que la vida es una mierda en general, que tooodo va a seguir igual, y así llenamos unas tres páginas excelentes de una publicación excelente llena de quejas.
Las cosas dichas por medios de comunicación chateosos no son lo mejor, mas si en ese momento te preparabas para comer unas milanesas, las cuales te cayeron como piedra en el estómago, y veinticuatro horas después seguís haciendo la digestión como si las hubieras comido hace dos horitas.
Que te digan que no quieren "esperarte más" por chat es una bazofia, sobre todo si el último domingo pasado estabas lo más bien a los besos cariñosos. La ciclotimia masculina corre como la cerveza en verano.
A la miércole con la vida, si es buena o mala o lo que sea. Es vida, nada más y se pasa rapidísimo. Y se me está pasando rapidísimo. Tengo que ponerme en estado físico a ver si la puedo alcanzar.

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